martes, 17 de enero de 2017

¡Jugando con comida!


Utilizar pinceles, lápices de colores, ceras e incluso tus manos para pintar es un hecho al  que estamos acostumbrados a hacer desde pequeños, pero ¿alguna vez habías pintado con comida? Eso es lo que hicimos en la clase del  día 10 de noviembre. Utilizar plátanos, lentejas, cereales, macarrones y otros muchos alimentos que te puedas imaginar para crear diferentes composiciones artísticas.
Al comienzo de la clase todas las mesas estaban llenas de diferentes alimentos y por nuestras cabezas rondaba la misma pregunta ¿qué haremos con todo esto? Para deshacernos de nuestros pensamientos hicimos una actividad de relajación, cerramos los ojos y ¡a volar con la imaginación!  Esa actividad es muy buena idea para desconectar y centrarte en lo que vas a hacer después. En la mayoría  de los colegios no queda espacio para la relajación, vivimos en un mundo de continuo ajetreo y provoca que ese clima se impregne en el aula.


Tras la relajación… ¡Manos a la obra!
Los colores primarios y el blanco, junto con los distintos alimentos eran nuestros aliados para desarrollar la imaginación y empezar a crear. Los diversos alimentos son un medio que permite expresar el arte (artista) que todos llevamos en nuestro interior.
En esta actividad se desarrollaron diferentes sentidos como el tacto, la vista, el olfato, incluso el oído escuchando risas por toda la clase.  La creatividad no tiene límites ya que el arte se nutre de múltiples mecanismos. La comida está muy presente en nuestro día a día; gracias a los alimentos podemos sobrevivir. Por ello, al mezclar una gran variedad de alimentos que se convierten en protagonistas de nuestras obras de arte conseguimos crear una atractiva gama de colores.


Al final el resultado fue increíble, cuando te paseabas por las diferentes mesas para ver lo que habían hecho tus compañeros veías que cada una de ellas era distinta. Algunas habían decidido utilizar los alimentos como materiales para dibujar, otras mezclaban todos los  alimentos con las pinturas… Todas las obras diseñadas por los compañeros ofrecían imágenes bellas y singulares que evocan un estallido de color y formas.
Eso es una de las maravillas que tiene el arte, que dos composiciones nunca van a ser iguales y que la riqueza está en la diferencia.


Pero claro, os estaréis preguntando.. ¿esto es arte moderno?, ¿pintar con comida?, ¿nos lo  hemos inventado nosotros o la profe Marta ? ¡Nada de eso!  
Si echamos la vista atrás, alimentación ha sido representada continuamente a lo largo del tiempo a través de las artes. Para entenderlo mejor, debemos saber que la relación entre el arte y los alimentos, no es meramente representativa y que al igual que el arte puede ilustrar la gastronomía, el alimento, por su parte también puede formar parte del mensaje, significado, estilo, fin o base de la creación. Algunos ejemplos históricos que lo demostrarían son: los mosaicos romanos que se encontraban situados bajo la mesa con restos de comida, representaciones medievales sobre la Última Cena que era una  forma de recordar a los apóstoles y fe cristiana, las naturalezas muertas del Barroco que representan flores y alimentos o los míticos huevos fritos de Dalí.
Tras estos claros ejemplos y con la segunda mitad del siglo XX, hallaríamos, por fin, el movimiento artístico que daría un vuelco a la relación entre ambos el arte y los alimentos dando lugar al movimiento ¡EAT ART! Se trata de un arte sensorial, donde interviene la vista, el olfato y el gusto.   Fue en 1967 cuando Daniel Spoerri bautizaría con dicho nombre las creaciones artísticas que incorporan alimentos. Sin embargo, todo había comenzado en el lugar de  precursor de muchos movimientos,  París. En 1960, Sperry comenzó a emplear la estética del ready made aunque su éxito vino con Eat Art utilizando en sus  obras a botellas, conservas  o legumbres. Años más tarde, Spoerri creó un espacio en el que proyectos u obras relacionados con comida se expusieron en la ¡Eat Art Gallery! Hasta esta galería se acercaron artistas como Ben Vautier, Richard Linder, Antoni Miralda, Robert Fillou o Joseph Beuys.  Sin embargo, en el siglo XXI también hay artistas que han utilizado los alimentos de manera artística. Entre ellas destacamos a Alicia Ríos que utiliza el término ‘’urbanogafia’’ para la representacion de banquetes, o la alemana Sonja Alhäeuser que realiza esculturas con mantequilla, mazapán o chocolate.

En el siguiente video podeís ver el proceso y los resultados que tuvieron lugar en esta clase tan divertida.




Gracias a este trabajo hemos podido volver a nuestra infancia utilizando la comida como parte de un juego, sintiéndonos libres, expresarnos sin ningún tipo de ataduras. Esta actividad nos ha permitido ser nosotros mismos, aunque solo fuera por un momento,  en la que no existían prejuicios, diferencias ni el resto de opiniones, además de una gran relajación, al no tener que pensar y poder disfrutar del momento. Además hemos dejado a un lado la típica frase ''con la comida no se juega'' que desde pequeños llevamos escuchando. Esta técnica nos abre los ojos ante un mundo lleno de posibilidades, por ello, es importante que dejemos a los niños total libertad para desarrollar la creatividad y la imaginación, de esa forma conseguiremos que sean creadores de grandes obras de arte. Esta actividad ha generado diversas emociones, al igual que cuando cortamos una cebolla, nos ponemos a llorar, al trabajar con alimentos lo que hacemos es, entre otras cosas, engañar nuestro sentido de la vista. En esta clase se han creado momentos muy especiales y divertidos, que deberíamos vivir más a menudo, porque es muy importante no dejar que el niño que llevamos dentro desaparezca, puesto que esa es nuestra esencia, es la base de la que partimos.

Por último, queríamos compartir una pequeña anécdota y es que al limpiar los materiales usados cayeron algunas lentejas en los grifos de la clase y … ¡SORPRESA! Crecieron pequeñas lentejas, demostrando que la naturaleza al igual el arte surge en todos los lugares que te puedas imaginar solo hay que saber buscar.

1 comentario:

  1. Enhorabuena por vuestro trabajo, habéis recogido toda la información gráfica y visual de lo que sucedió ese día en el aula.
    Sólo puntualizar que es recomendable emplear comida que se pueda reciclar, legumbres caducadas, fruta pasada etc... que la experiencia como bien habéis dicho es multisensorial y produce aprendizaje significativo. Os felicito además por vuestra búsqueda de referentes teóricos. Sobresaliente vuestra intervención en el blog. Felicidades.

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